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"Lo trágico es el olvido" de Claudia Magliano

Tenemos el placer de anunciaros la próxima aparición del poemario "Lo trágico es el olvido" de Claudia Magliano. Un libro delicioso en el que se funden el teatro clásico (con el mito de Antígona), el oficio de un relojero que pierde una pieza, la obra de Salvador Dalí y el conjunto de miradas que nos hacen humanos.

El precio del libro será de tan solo 6,00 € y para las personas que reserven hasta el 10 de junio, los portes serán gratis (solo para España). Haz la reserva en: letrascascabeleras@gmail.com



Claudia Magliano, Montevideo, 1974. Es profesora de Literatura egresada del Instituto de Profesores Artigas (IPA). Participó en el concurso Cantá Odiosa, organizado en el IPA con tres textos que son premiados y editados en la revista Cantá Odiosa, 2002. En 2005 publicó Nada, su primer libro. Fue premiado en el concurso de Poesía de la Asociación de Bancarios (AEBU) y la Casa de los Escritores del Uruguay. Su segundo libro, titulado Res, fue publicado por Ático Ediciones en diciembre de 2010 y obtuvo el Primer Premio de Poesía Édita del Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay (MEC), edición 2012. En 2016 obtuvo una mención en poesía inédita en los Premios anuales de literatura del MEC por el libro El corazón de las ciruelas, editado en coedición por Ático y Civiles iletrados en 2017. En 2019 publica Aquí habita la calma, editorial La coqueta. Textos suyos se integran diversas publicaciones colectivas. Lo trágico es el olvido consiguió el primer accésit en el III Concurso de Poesía y Relato Breve “Letras Cascabeleras”.

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la precisión de quien abre un reloj, lo examina, separa sus partes, los finos movimientos de la mano sosteniendo una pinza con la que quitará las primeras piezas.

Una pequeñísima tuerca se despeña, cae de la mesa de trabajo, rueda por el piso, se pierde entre las hendiduras de las baldosas.

El relojero busca con su lente de aumento la rosca, el tornillo que antes sostuvo el mecanismo.

No lo encuentra. Lo ha perdido para siempre y nunca más el reloj volverá a marcar el tiempo. Se ha convertido en una obra de arte, un objeto de museo. Quedará, falto de un engranaje, exhibido a la vista de los paseantes.

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